Seguimos en Potosi y no nos queremos ir jeje.
Hicimos una excursión a las minas del Cerro Rico, increible pero real, nuesto guía inigualable, se llama Antonio y es un ex minero así que imaginense por donde nos hizo ir...
Así empezó todo.
Pasamos por el puesto de Marina para comprar regalitos para los mineros, ojas de coca, alcohol, cigarros... también vendían dinamita en el mismo puesto y Antonio nos enseño como armar una bomba.
Así entramos a la mina, muy limpitos con nuestros equipetes y luces. La unica entrada de la mina es así y todo para abajooooo.
Dentro de las minas, están los llamados "tíos" que protegen a los mineros y les dan todo lo que les piden, les presentamos a Don Ramón y Don Jorge, nuestro guía cada vez que pasábamos les hacía ofrendas y rezaba en quechua, muy loco, hasta nos hizo apagar las luces y rezar junto con él, un poco nos emocionamos, ja.
Como estas eran las escaleras para llegar a los niveles más bajos, pero no siempre eran escaleras, a veces nos teniamos que arrastrar, arrodillar, trepar...
Ya no dábamos más y Antonio quería seguir bajando...
Así terminé yo, con pañuelo en la cabeza después de llevarme un cacho de roca muy bajo por delante, empecé a sangrar y no sabíamos que hacer, en eso pasó un minero, pensabamos que venía a ayudar y dijo, permiso permiso, Antonio me prestó su pañuelo y por suerte la sangre paró, fue solo un susto, seguimos camino...
Hoy para recuperarnos de la aventura de ayer nos fuimos a unas termas, el Ojo del Inca, nos las recomendó Antonio, un capo, pero nunca nos imaginamos que iba a ser este paraíso, una laguna natural en medio de una quebrada con agua de 35 grados, que más podemos pedir...
Qki haciendo morisquetas de una especie de trampolín...
Y como llevamos shampo y jabón hasta nos pudimos bañar en una de las vertientes...
Esta noche estamos viajando para La Paz y de ahí a Coroico, así que escribimos de ahí.
